Hay días en que el alma está sensible y es entonces cuando puedo deslizar mis manos por una hoja y sentir que soy parte de ella.
"De vuelta al pasado" es un relato donde se expresa que el amor no es siempre cosa de dos, pues también es posible sentirlo entrando en uno mismo y dejándose llevar por esas sensaciones que estremecen la piel.
Sabes que un café más que un sonrisa no vale, que un verso es más que una copa de tinto y que mil viajes por el mundo no se podrán comparar a un abrazo que dure mil segundos. Sabes por dónde sopla el viento y nada mejor que sentirlo juntos, enlazando dedos e inventando besos. Sabes,... mucho ya sé del placebo de estar bajo el éxtasis de tu mirada. Cuando me abstengo es demasido el frío que tengo. Busco temblar por el fuego dejando atrás el crudo hielo.
Ha llegado el momento de gritar en silencio que te amo, a pesar de que me consume el tiempo y los pliegues de mi piel ya no son deseo de tus pupilas. El corazón está repleto de garras que me encadenan a este cuerpo que vibra con sólo recordar el suave roce de tus dedos. Ese susurro que tus labios entregan a mi oído, mientras se para el reloj que impulsa mis latidos, cura lentamente la herida que dejó aquella flecha de acero.
Caricias de tus manos, abrazos que sólo tú sabes ofrecer para que cante mi verdad, lágrimas recorriendo mi rostro al sentir que tú me faltas. Para qué pronunciarlo si sé que nada podrá cambiarlo.