Abrazarme al diablo
no sería nada raro
si con ello pudiera
tomarme una dosis de tu sonrisa,
dejar que mis ojos brillaran junto a la brisa;
sólo por verte a ti... mi vida.
Olvidar que mis ojos
son a veces una cruz
no sería nada raro
si yo, si yo...
a ti te pudiera oír
y con un beso poderme despedir.
Agradecer mi soledad
no sería nada raro
si fuera ella la que me llevara a ti
para tomarte de la mano
y quedarme susurrando a tu lado
que eres el mejor de mis regalos.
Abrazarme al diablo
que escribe el dolor en mi diario
no sería nada raro
si yo, si yo...
a ti te pudiera con un grito nombrar
y con un beso demostrarte lo que es amar.
Diablo-Soledad , un tándem interesante donde, tal vez, el diablo no es tan malo.
ResponderEliminarEscrito realmente genial, perfectamente acompañado por la melodía.
Como todo lo que escribes, para quitarse el sombrero. Transmites muchísimo
Te felicito
Rubén
Abrazarse al diablo podría ser abrazarse a lo prohibido... jejeje... Un punto de vista como cualquier otro. En la poesía cada lector hace sus letras suyas y las interpreta a su forma.
EliminarGracias.
Abrazos