…te estoy
queriendo, en este instante en que vivo lejos de ti, en este presente que
llenas mis vacíos, en un suspiro que ahoga mis tristezas dejándome tan solo en
mis labios una sonrisa…
Te estoy sintiendo cada día que pasa, cada
despertar en mi cama, cada amanecer en mi ventana…te estoy mirando desde el
balcón de mis sueños, asomando mi cariño desde el corazón que me tienes
invadido…te estoy acariciando con el calor de mis dedos, con los pálpitos que
viven por dentro desesperados por lograr la fusión entre dos cuerpos…te estoy
llamando con mis besos, con las llamas de mis deseos que no se apagan ni en
esos días de puro invierno…
Espero en silencio estremecerme cuando te
pienso, cuando tu voz se escucha a la lejanía, en esos momentos de soledad
vivida, cuando junto mis manos y siento en mi piel tu tacto, en el acariciar de
mi pelo sintiendo tu fino cabello, cuando el agua recorre mi cuerpo y siento
tus besos, en la dulce caricia que tu mejilla le brinda a la mía, cuando sueño
despierta con tu mirada y sonrisa, en momentos de melancolía en los que por mis
sentidos pasean tus letras, tus notas, tus palabras y ese querer que siempre me
brindas…
Permíteme expresarme desde lo más profundo de
mis sentimientos sin dañarte ni faltarte al respeto, pues si eso ocurriera me
alejaría de ti en el mismo instante en que me lo dijeras…Permíteme adorarte
bajo este cielo que a los dos nos invade, con arco iris, con lluvia, con el sol
resplandeciente, con la luna y las estrellas brillando en el universo, con el
mar en mis pies y tus recuerdos en mi mente…Permíteme acercarme y con mis manos
poder acariciarte tan solo un instante y que luego se vuelva eterno cada noche
en mis sueños…
Permíteme fantasearte cuando desee recorrer tu cuerpo y entre tus
brazos perderme hasta encontrarme en tus deseos para saciarte con el amor que
me acomete…
Deliberar sobre mis pensamientos y analizar mis
sentimientos son dos cosas que hago a diario y siempre llego al mismo destino,
tú, siempre tú…no es necesario pensarte, ni verte, ni oírte, ni acariciarte tan
solo debo mirar en mi alma y de allí resurgen cada uno de ellos, se sumergen en
una nube y me van sobrevolando con calma hasta que sin saber por qué se posan
en mí en forma de lluvia haciéndome vivir el amor que sigue intacto por ti.
Ayer estuve allí, hoy estoy aquí y mañana no sé
donde andaré, pero lo único que de verdad sé es que nunca voy a dejar de
amarte, sin importar donde estés, lo que sientas o lo que nunca de ti lograré,
pues esto que siento va más allá de cualquier cuerpo sobrepasando mis límites y
lo que jamás hubiera pensado. Te quedaste bordado en mi corazón con hilo de
oro, bañado con tu perfume y desprendiendo el amor de tus abrazos...
....y esto es interminable;
eternamente en mí
dándole sentido siempre a mi presente
sintiendo este amor
que se sumerge en lo inolvidable