Qué decirle a mi garganta
Si siempre eres tú quien habla
Y la dejas con su voz encadenada
Sin poder lidiar con tu palabra.
Sin poder lidiar con tu palabra.
Qué decirles a mis ojos
Si siempre los mueves a tu antojo
Y los dejas cerrados en mi cara
Sin poder mover ni una pestaña.
Qué decirles a mis manos
Qué decirles a mis manos
Si siempre eres tú quien manda ramos
Y las dejas soñando con una tarjeta
Sin poder escribir ni una letra.
Qué decirles a mis oídos
Qué decirles a mis oídos
Si siempre los alimentas con delirios
Y los dejas perdidos en esas poesías
Sin poder escuchar otras sinfonías.
Qué decirles a mis sentimientos
Qué decirles a mis sentimientos
Si siempre eres tú quien les das aliento
Y los dejas con el amor colgando
Sin poder escapar de ti, mi amado.