él es testigo de las gotas que en sus aguas he dejado
cada vez que por ti he rezado
Es estúpido querer alejar de la mente
lo que no puede alejarse del corazón
Y así me quedo, condenada a amarte
a sufrir por no tenerte
a no poder ni siquiera verte
aunque mi mirada de ti jamás se aleje.
Entre cielo y tierra
estaré cuidando tus pasos
haciendo que brote de nuevo ese manantial
tan dulce y hermoso
que un día me brindaste sin más
y nunca lo supe cuidar
con el amor que merecías
para que un día pudieras pronunciar
ese te quiero que siempre necesité
para poder repetirlo una y otra vez
antes de cruzar el desconocido umbral
Entre cielo y tierra
junto a ti dormiré...
Un placer saborear este chocolate que me ha llegado a las manos esta misma mañana. No hay palabras que describan lo dulces que han quedado mis ojos cuando lo he abierto y estaban mis versos esperando impacientes mi mirada...
Gracias a Diversidad Literaria por las oportunidades que nos brindan en su página.